Una vez más llegamos al final y toca recapitular.

Este 2018 ha sido un año de altos y bajos. A pesar de mis esfuerzos, no he logrado ser tan constante con mis publicaciones como el año anterior (he hecho más parones y más largos), pero sin embargo he escrito más entradas y más variadas (24 este año frente a las 21 del anterior).

También, aunque los suscriptores más o menos se mantienen (23), he logrado captar algún que otro nuevo seguidor y las visitas han aumentado respecto al año anterior (1586 hasta el momento de escribir esto). Especialmente, y eso es lo que más curioso me parece, durante los meses en los que menos publiqué. En este ámbito, también es curioso que la entrada que más visitas y más comentarios tiene siga siendo una de las más antiguas y con menos relación con el contenido de este blog. Parece ser que con Convivencia con un perro guía toqué un tema sensible que cada año genera interés.

Muchas gracias a todos los que os pasáis habitualmente por aquí, sois los que me animáis a seguir dedicando una parte de mi tiempo a generar contenidos para este blog.

En cuanto a retos, este año al final solo me propuse el Reading Challenge de Goodreads. Como el año pasado superé de largo las previsiones, este año me animé a ir a por los 40 libros. No lo he conseguido ^^’.

Pero no me importa, porque si no he podido leer tanto como quería ha sido por una buena razón: en agosto me casé, y la preparación de la boda, la celebración y el viaje posterior me han quitado un tiempo que he aprovechado alegremente en otros quehaceres personales.

Así que, como veis a continuación, el resultado final ha sido 35 de 40, y haciendo los que algunos considerarían un poco de trampa, ya que buena parte de ellos han sido webtoons (otro descubrimiento del 2018 del que tal vez hable en otra ocasión). Igual que el año anterior, aquí os dejo mi balance de libros de este año según Goodreads.

A nivel profesional ha sido también un año un poco flojo, así que para el 2019 me voy a pedir a mí misma redoblar esfuerzos en mi búsqueda de trabajo. En algún lugar tiene que haber alguna editorial que necesite un nuevo corrector, ¿no?

Sin embargo, el 2018 me ha dado una de las mejores experiencias (junto a la boda y mi primer viaje largo fuera del país) que podría desear: la publicación y posterior presentación de uno de mis relatos como relato finalista en un certamen con una larga trayectoria y un cierto nombre: el XXI Premi de narrativa curta per Internet TINET. Ver por primera vez mi nombre en la portada de un libro publicado por una editorial profesional (Cossetània Edicions) y escuchar a Òscar Palazón comparar mi relato con un episodio de Black Mirror, con Casa Tomada o con una pintura de Escher es algo que no olvidaré jamás y una gran motivación para continuar, incluso en los momentos en los que cogería todos mis papeles, libretas y USB y los echaría al fuego jurando no volver escribir jamás.

Así pues, creo que el balance final es positivo, por lo que estoy contenta y decidida a continuar. Solo me queda daros de nuevo las gracias a todos los que pasáis de vez en cuando por aquí y, sobre todo, gracias por vuestros comentarios.

¡Que el 2019 esté lleno de grandes lecturas y retos nuevos y apasionantes!