Creo que es la primera vez que escribo una reseña de un libro de King propiamente dicho (hasta ahora solo había hablado de los cómics de La Torre Oscura), pero, aunque parezca mentira, es más difícil reseñar a un autor al que admiras y te apasiona que a uno al que conozcas menos, pues es más fácil caer en el elogio vacuo y más complicado ser imparcial (todo lo imparcial que se puede ser cuando se da una opinión) con la obra. Pero voy a intentarlo (perdonadme si me excedo).

El Visitante es una de las novelas más recientes del conocido autor de terror Stephen King. Con su estilo característico, ya nos inicia el libro con un punto fuerte, morboso y atrayente: un crimen, la violación y el asesinato excesivamente cruel, grotesco y esperpéntico de un niño de once años. Tanto más cuando todas las pruebas apuntan sin lugar a dudas al entrenador del equipo de béisbol juvenil local Terry Maitland, profesor de literatura, marido ejemplar y padre de dos niñas; un hombre conocido y apreciado por todos, el típico vecino del que nunca esperarías un acto así.

El detective Ralph Anderson ordena su detención, a pesar de que Maitland tiene una coartada firme que demuestra que estuvo en otra ciudad cuando se cometió el crimen, ya que las pruebas de ADN encontradas en el lugar de los hechos confirman su culpabilidad. Y el ADN no engaña. Ante la justicia y la opinión pública Terry Maitland es un asesino y el caso está resuelto. Pero el detective Anderson no está satisfecho. Maitland parece un buen tipo, un ciudadano ejemplar, y tiene una coartada sólida y corroborada. ¿Acaso tiene dos caras? ¿Cómo es posible que estuviera en dos sitios a la vez? Así que decide seguir con la investigación, pero a medida que se acerca a la respuesta deseará no haber preguntado.

El Visitante se inicia como una novela policíaca. Con un ritmo pausado, pero sin llegar a ser lento, King no va presentando todos los hechos y los pasos de la investigación que llevan a cabo el detective Ralph Anderson y al fiscal para condenarlo y cerrar el caso mientras, por otro lado, Howie Gold, abogado defensor de Terry, busca a toda costa probar la inocencia de su cliente y amigo. Es gracias a las pruebas que este aporta que Ralph empieza a dudar cuando ve que hay cosas que no cuadran, entre ellas la sólida coartada del detenido. Sin embargo, la sociedad ya lo ha condenado y cuando llevan a Terry a juicio la cosa se tuerce dando lugar al primer gran giro de la novela.

A partir de este punto, la cosa se complica y el ritmo se acelera. Conocemos (si no hemos leído antes la trilogía de Bill Hodges) a Holly Gibney, una detective privada contratada por el asistente del abogado defensor para investigar lo ocurrido con Terry en otra ciudad central de la historia. A partir de este punto, la historia se va volviendo cada vez más oscura y se desvelan los elementos paranormales que solo se intuían levemente en la primera parte: pasamos de tener un asesino de carne y hueso a un ente sin rostro surgido de los más profundos terrores infantiles.

Como suele ser característico de King, nos encontramos con un libro de lenguaje sencillo, con mucho diálogo y descripciones muy detalladas que facilitan al lector introducirse en la historia como si se encontrase allí. Lo mismo ocurre con los personajes, bien caracterizados no solo físicamente, sino psicológicamente, retratándolos de forma realista y creíble. Una de las cosas que más me han gustado siempre de King es como logra transmitir el curso de los pensamientos, emociones y sensaciones de sus personajes de forma magistral, haciendo que el lector los perciba como suyos. Y este libro no es una excepción.

El final es, tal vez, un poco precipitado y, como suele suceder también con sus libros, no llega a una conclusión absoluta que te deja con una sensación de satisfacción a medias. El mal ha sido erradicado… ¿o tal vez no? Es un estilo de cierre que puede dejar con mal sabor de boca a algunos lectores, pero que por lo general me parece el más acertado para sus historias.

Cabe destacar también la gran labor de documentación que realiza King en esta novela (y en casi todas) sobre los elementos más técnicos en cuestiones policiales y jurídicas. Esto, junto con su estilo desenfadado y las profusas descripciones, logra que sus libros sean adictivos y llegues a creer lo que, en cualquier otra situación, te parecería completamente imposible.

Como ya he avanzado antes, sería recomendable leer la trilogía de Bill Hodges iniciada con Mr. Mercedes antes de empezar con El Visitante. Se puede leer y disfrutar sin hacerlo (yo soy la prueba de ello), pero sí es cierto que, a partir de la segunda mitad, hay detalles que, aunque no son imprescindibles para esta historia, son un poco confusos al no conocer los antecedentes.


El Visitante
Autor: Stephen King
Editorial PLAZA & JANÉS
Año: 2018
Páginas: 585
ISBN: 978-84-01-02119-0

Consigue el libro aquí.

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