Paseando por sinuosas sendas,
dejando atrás el miedo y el frío,
hojas secas sobre verde hierba,
flores rojas, sol tibio.
Nada perturba el descanso
de aquellos que yacen tras los nichos
salvo la música del sueño bohemio
y el trino dulce del pajarillo.
Aquí el tiempo se detiene
y todo es paz y sosiego íntimo.
Aquí la luz nace y muere
sobre los muros viejos, rotos, sombríos.
Solo la nada, solo la calma.
Solo almas puras que pasean
andando por sinuosas sendas.