Sentado allí, con ojos de loco…

Me mirabas y escuchabas mi conversación que ningún sentido tenía para ti. Esa noche me deseabas más que nunca y me veías más lejos aún de ti. Te miré, sonreíste con tu sonrisa delirante y me saludaste con el vaso.

En el bar estabas solo; tú en un rincón, yo en otro con mi acompañante… Que ojos más profundos tenías… podría haberme perdido en ellos y no volver a encontrar la salida…

Tú querías perderme en tu delirio nocturno, jugar conmigo, poseerme… Yo no me dejaba; te negaba, huía de tus miradas y tus sonrisas, del fuego de tus ojos, de la sensualidad de tus movimientos. Tú me mirabas y sonreías con esa sonrisa tan extraña, como si supieses algo de mí que yo desconocía. Silbabas para ti, pero en realidad era para mí…

Una extraña y delirante melodía, siempre la misma, y seguías mirándome.

Esa noche me observabas con tus ojos azules de loco y me sentías más lejos que nunca. Tú solo en tu rincón, yo en el mío con mucha gente a mi alrededor.

Siempre tan observador y no supiste observar bien… esa noche estaba sola.

Todos se fueron, yo me quedé. Tú y yo solos.

Y tus ojos de loco.

ojos de loco

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