(Hoy os traigo un relato un poco diferente. Se trata de un cuento breve que escribí hace tiempo y que Miguel ha dramatizado recientemente para este blog. Tenéis el texto debajo, pero mi recomendación es que primero le deis al play, cerréis los ojos y escuchéis. Si os gusta, puede que grabemos más; espero vuestras opiniones.)

El hombre y la bestia

 

 

 

Tumbado en la oscuridad, el hombre está en calma. Pronto tendrá que salir y asumir su otra realidad. Volverá a matar. Y cuanto más joven la víctima y más sangriento el acto, mejor.

Tal vez pueda encontrar a alguna niña que juegue a ser mujer. No hay nada más delicioso que su carne, tierna y suave; salvo la de los bebés, claro. Pero estos son difíciles de encontrar por la calle en plena noche.

Si se cobra a su presa, saldrá en todas las noticias, como cada mes. Luego recordará sus actos y se horrorizará; no por la crueldad de los mismos, sino por el oscuro placer que le producen. Es una maldición, que odia y ama en secreto, que despierta su lado más salvaje y exterioriza sus odios más profundos.

La gente habla de un animal salvaje que merodea por el bosque. Él mismo se ha unido alguna vez a las partidas de caza que lo buscan. Nadie sospecha dónde se encuentra en realidad…

Solo hay una norma: sin supervivientes. Así no transmitirá su maldición.

Es la hora, la luna lo llama. Cuando el primer rayo de luz bañe su cuerpo, el hombre desaparecerá dando paso a la bestia.

Comentarios (5)

    • Responder

      Vaya, muchísimas gracias. Me alegra que te haya gustado tanto. Estamos mirando qué otros textos «dramatizables» tengo, así que supongo que colgaremos más, aunque aún no sé cuándo.

  1. Responder

    ¡¡WOW!! Me gusta desde el texto, hasta la música, la interpretación y los sonidos de fondo. ¡Muy bueno! Me ha encantado, especialmente, esta frase: «Solo hay una norma: sin supervivientes. Así no transmitirá su maldición.»

Deja un comentario