Al principio todo fue normal.
No hubo explosiones, ni altercados, ni sirenas. Sin embargo algo era diferente, se notaba en el ambiente, en la mansa calma que reinaba por las calles, en los rostros vacíos de la gente. Poco a poco, se fue apoderando de las mentes, la conciencia dormida se revelaba finalmente.
Y el fin llegó.
Sin trompetas ni clarines, sin dolores ni aspavientos, sólo un leve sollozo ahogado que reveló lo que todos intentaban silenciar: la vida no es más que tiempo y el tiempo es muerte.
@MetalPikiReyes
Nusansu