Después de tanto…

¡Hola a todos!

Hace ya más un mes de mi última actualización y pido disculpas por haber tardado tanto, pero necesitaba un tiempo para mí y mi últimamente ajetreada vida personal.

Este año (de hecho, hace poco más de un año que todo esto empezó) ha sido un no parar de nervios, estrés, preparativos, emociones… Hasta que finalmente llegó el 25 de agosto, una fecha que quedará ya por siempre marcada en mi calendario: ¡me he casado!

No sabéis lo complicado que es organizar una boda (bueno, tal vez algunos sí, pero permitidme la expresión), especialmente cuando las dos partes implicadas tienen grandes familias y no pocos amigos: escoger sitio, repartir invitaciones, pensar temáticas, regalos, sorpresas y posibles «actividades», los trajes, los accesorios, el baile, la música, el amigo que no sabe si podrá venir, el que dice que sí y poco antes del día es que no, o el pariente que no da señales de vida en un año y aparece la semana antes…

Con todo este ajetreo, intenté mantener el blog lo mejor posible, pero al final fue imposible compaginarlo todo, por lo que decidí tomarme un descanso.

¿Cómo fue la boda?

 Estoy contenta porque fue maravillosa, mejor de lo que jamás hubiese podido soñar. Y no lo digo solo yo, todos los amigos y familiares con los que hemos hablado han coincidido en que fue una de las bodas más emotivas y divertidas a las que han ido. Me alegra mucho que el esfuerzo haya valido la pena.

¿Por qué no he publicado nada nuevo hasta hoy, si de la boda hace ya tres semanas?

Pues porque, como todo el mundo sabe, tras la boda va la luna de miel. Así que hasta el 9 de septiembre estuve perdida dando vueltas por México. Otra experiencia maravillosa, de la que me llevo sensaciones muy agradables y recuerdos bonitos, divertidos e instructivos. Dos semanas conociendo más sobre la historia y la cultura de mayas, aztecas y demás pueblos prehispánicos de los actuales estados de México, Chiapas y Yucatán. He tenido ocasión de contemplar y admirar su arquitectura, subir a lo más alto de magníficas pirámides, entender un poco como se estructuraba su sociedad, que costumbres y ritos ejercían, como entendían el mundo y ver con mis propios ojos el sincretismo entre su religión y la cristiana que todavía hoy en día perdura en las comunidades indígenas. Y cómo no, puesto que la cabra siempre tira al monte, encontré tiempo todavía para visitar alguna librería y comprarme un libro, ya que, ¿qué mejor sitio para conseguir el Popol Vuh?

Portada Popol Vuh

Así que aquí me tenéis de nuevo. Contenta y descansada, dispuesta a retomar mis actividades como correctora (al llegar me he encontrado con un texto de 200 páginas esperándome para tenerlo listo antes del 28) y a volver a darle vidilla a este blog.

Quiero agradecer que, a pesar de no haber publicado nada en un tiempo, este mes haya sido uno de los que más visitas he recibido. Muchas gracias a todos los que seguís pasándoos por aquí (y mis disculpas a los que comentaron y tardé en contestar).

Comentarios (2)

  1. Responder

    ¡Bienvenida de nuevo! Se te echaba en falta.
    Me alegro que la boda haya salido tan bien y que hayas disfrutado del viaje. Por lo que veo, has realizado justo el tipo de viajes que me gustan: esos que te enseñan algo de historia. Espero ver fotitos.

    Lo dicho, ¡bienvenida de nuevo!

    • Responder

      ¡Hola!
      Me alegra ver que algunos me echabais de menos. Pues sí, creo que el viaje te hubiese gustado mucho. He puesto alguna foto en instagram 😉 (Ya te enseñaré más cuando quieras).
      Esta semana sigo bastante liada (me quedan 4 páginas por corregir, más volver a revisar las 200 enteras otra vez antes del jueves), pero cuando acabe, tenemos que reemprender todos los proyectos pendientes!

Deja un comentario