A finales del año pasado llegó a mí a través de las redes sociales un reto que me pareció interesante. Consistía en una serie de propuestas para leer un libro por cada mes del año e iba firmado con el membrete de El Huff Post. Me pareció interesante, así que decidí intentar cumplirlo.

Debo admitir que no empecé bien. Para enero proponía leer algo de algún género que nunca hubiésemos probado. Quizás no he leído algo de todos y cada uno de los géneros existentes, pero, entre la carrera y mi avidez lectora que me impulsa a leer prácticamente todo lo que cae en mis manos, me resultó imposible pensar en alguno del que no hubiese leído absolutamente nada.

Si nos centramos en los géneros clásicos, he leído tanto teatro, como prosa y poesía. Si nos centramos en los subgéneros o géneros narrativos, he leído ensayo, romántica, ciencia-ficción, novela realista, histórica, thriller, terror, comedia, drama, epistolar… Incluso leí algún que otro libro de chistes y de adivinanzas cuando era niña.

Así que se pasó el mes dándole vueltas al tema sin que se me ocurriese nada.

(Si el año próximo me animo a repetir el reto, acepto propuestas que me descubran nuevos géneros. Gracias.)

Y nos plantamos en febrero.

Este mes me pedía que leyese algo escrito por un autor de mi zona. La primera duda fue ¿qué zona? Porque nací en Alcanar (en las «Terres de l’Ebre») y vivo en Tarragona, y en las dos zonas hay autores que pueden ser interesantes.

Sin embargo, la duda se solventó sola cuando ese mismo día apareció mi pareja con un libro en sus manos para mí. Sin saberlo, acababa de darme la solución.

El libro en cuestión era El trist atzar del vertigen que em devora / Il triste destino della vertigie che mi divora, de Òscar Ramírez Dolcet, autor oriundo de Reus, periodista y poeta consagrado (aunque desconocido hasta ahora para mí).

Lo primero que me llamó la atención del libro, ya desde el título, era que estaba escrito en dos idiomas: catalán e italiano.

Se trata de un librito de, según su autor, poesía; aunque yo lo enmarcaría más en la prosa poética, ya que los textos carecen tanto de métrica como de rima, aunque no de ritmo ni actitud lírica.

Es una poesía íntima, personal, que dice mucho del mundo interior del autor, pero también puede decir mucho de nosotros mismos. En sus páginas, el autor repasa amores y desamores, reflexiones sobre el tiempo, la soledad, el dolor… Todo ello con un lenguaje exquisto en ambos idiomas (aunque yo, que tengo debilidad por el italiano, he leído primero el texto en esta lengua), con un ritmo pausado y gran musicalidad.

Dos curiosidades más del libro:

La primera: en las últimas páginas, el autor nos explica su concepto de «trashumancia intelectual», que responde a su necesidad (y la del hombre) de andar por el mundo llevando conocimientos y aprendizajes más allá de los territorios y las culturas. Y pone en práctica este concepto ofreciéndonos una selección de textos propios traducidos a idiomas que no conoce para permitirles traspasar fronteras.

La segunda: tras los poemas, nos ofrece una lista de canciones que han sido inspiración musical y que vale la pena convertir en acompañamiento de la lectura, algo posible gracias a la lista que él mismo ha creado y que podréis encontrar aquí.


El trist atzar del vertigen que em devora / Il triste destino della vertigie che mi divora

Autor: Òscar Ramírez Dolcet

Editorial: Silva Editorial / La Banya Edicions

Páginas: 197

ISBN: 978-84-946406-1-2

 

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