La reseña de hoy es sobre Mi negro pasado, la tercera parte de la (recientemente descubierta por mí) trilogía de Laura Esquivel que se inició con Como agua para chocolate.
María es una mujer moderna de raza blanca, que no cocina, tiene problemas de obesidad y sufre de ansiedad. Sin embargo, está felizmente casada con Carlos, también de raza blanca, y espera un bebé. Pero su mundo se colapsa cuando da a luz a Horacio, un niño negro como el azabache que destruye su matrimonio, pues su marido cree que no es suyo, y destroza los ya débiles lazos que la unían a su familia.
María entra en una espiral depresiva que llega a su punto álgido durante una discusión con su hermana Carolina cuando esta le niega el acceso a ella y a su hijo al entierro de su propia madre. Allí, se reencuentra con la abuela Lucía, quien la acoge en su rancho y le entrega el diario de Tita. Gracias a la lectura de este diario, descubrirá los secretos de las mujeres de su familia, el linaje de sangre negra que corre por sus venas, las pasiones que desata la comida y un sentido de pertenencia inexistente hasta ahora para ella. Gracias a este diario, la conexión que establecerá con su autora y las atenciones de Lucía, María logrará sortear los baches filiales, reconciliando cuerpo y mente, y continuará tejiendo la saga familiar.
Debo decir que Mi negro pasado me ha dejado una sensación agridulce… Recuerdo que cuando leí Como agua para chocolate en el instituto lo disfruté mucho a pesar de lo «triste» que es final. Pero, este libro, no tengo claro si me ha gustado o solo me ha parecido pasable. Tiene momentos muy buenos (especialmente al principio) y pasajes para enmarcar, pero la historia en sí me parece más floja.
La historia tiene un ritmo lento, a veces incluso un poco forzado, y pierde toda la magia (el realismo mágico) que caracterizaba tanto el primer libro (no puedo hablar del segundo, El diario de Tita, porque, como ya he dicho, incluso ignoraba su existencia y no lo he leído). Además, en ocasiones, da la sensación de que la autora, en un intento de congraciarse con Tita, le da a María la oportunidad que Tita jamás tuvo por culpa del contexto social.
Salvo por la protagonista principal, María, el resto de personajes no evolucionan o lo hacen de golpe (siendo Carolina el caso más exagerado, pues pasa a ser su completo opuesto de la noche al día). Aparecen y desaparecen de escena casi como por casualidad o por capricho.
Incide mucho en el elemento nostalgia, lo que al principio resulta agradable y gracias a lo cual se producen las mejores reflexiones que posee el libro, pero al final resulta cargante y excesivo, hasta el punto que la nostalgia se convierte en idealización y exageración. He disfrutado, sin embargo, con la relación entre María y su abuela: como van descubriéndose la una a la otra (especialmente María a Lucía), forjando de nuevo los lazos familiares rotos hace tanto y renovando la conexión con el pasado.
Por supuesto, no es tampoco un mal libro: está bien escrito (como es de esperar de una autora tan valorada), tiene puntos emotivos, trata temas desde una perspectiva más actual y, aunque se echan de menos las recetas que tanto peso tenían en el libro anterior, estas han sido sustituidas por la música y su poder evocador (al final del libro hay una playlist de nueve canciones que inspiraron esta novela, entre ellas temas de Frank Sinatra, Louis Armstrong y Billie Holiday), aunque se sigue insistiendo en la importancia de la comida.
En resumen, un libro corto y agradable de leer, que defiende la independencia de la mujer, pero sin olvidar por ello los valores de las tradiciones y el arraigo a la familia y a la tierra, a los orígenes.
Mi negro pasado
Autora: Laura Esquivel
Editorial: Suma de Letras
Año: 2017
Páginas: 216
ISBN: 978-84-9129-029-2
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